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lunes, 14 de noviembre de 2011

Mi túnel, está apunto de comenzar...


Y justo cuando entraron en el túnel, su fachada se empieza a derrumbar...
+ Por qué te tapas los cojos? (Le intenta coger una mano, sin sacar la vista de la carretera, pero ella se resiste)
- Estamos en un túnel... (se aguanta las ganas de llorar)
+ Y?
- Es muy largo, no se da visto el final... Y tantas luces me marean... (una lagrima resbala por debajo de sus manos)
+ Y que te preocupa? (el se da cuenta)
- Y si de golpe se empieza a derrumbar el techo, estamos lejos del final, y a medio camino del principio...
+ Entonces... quieres ver el final?
- No, por eso me tapo los ojos, para no ver el final del túnel, ni las cosas malas que pueden pasar dentro de él, para así al abrirlos solo vea un bonito cielo despejado...
+ Lo siento, pero al salir del túnel todo está nublado, parece que va llover...
- Entonces, me taparé los ojos todo el camino
+ Entonces el camino nunca se acabará...
- Como?
+ Claro, si siempre evitas mirar el final, llegará un momento que el dolor... digo el cansancio de conducir por el túnel, dando vueltas sin sentido te pueda más que el final del túnel. No crees?
- Sí, es algo que tengo muy presente, pero tan pronto lleguemos al final del túnel... 
+ Mira! (para el coche en una esquina, le saca las manos de los ojos, con la manga de su camiseta le limpia las lágrimas) ves? (le señala un mural) Si siempre te tapas los ojos, te perderás las cosas bonitas como esa.
- Está bien, conduce, el final del túnel está ahí lo puedo ver...
+ La vida es un largo túnel, pero dentro de él hay gente maravillosa, y cosas preciosas, el final del túnel puede que te dé miedo, incluso las cosas malas que puedan suceder en él, pero siempre tienes que estar segura de tí misma. Yo confío en tí, este es mi final, hasta siempre.
- Gracias abuelo, mi túnel está apunto de comenzar y no te voy a defraudar, te quiero.
Tan pronto pasa el túnel, ve un día bastante despejado, avanza un par de kilómetros más, se baja del coche, toda la familia la estaba esperando. Y allí enfrenté al ataúd de su abuelo, mira el cielo y sonríe.
- Gracias por él día despejado, abuelo.

1 comentario:

  1. ayy que me has hecho llorar... me has recordado un día de otoño en el que el sol brillaba como en primavera... de verdad, me ha encantado, y si es esta historia es cierta, si eres tú la que has perdido tu abu, lo siento mucho!!
    Felicidades por el texto, y avísame la próxima vez que subas algo!! ^^

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