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jueves, 1 de noviembre de 2012

Quisiera que mi voz fuera tan fuerte que a veces retumbaran las montañas...

Decirte al oído quédate. Sería fantástico no crees?



Dicen que muchas veces es mejor dejar las cosas claras y el chocolate espeso. Pero esta vez creo que lo que va quedar claro será el chocolate. No quiero decir nada de lo que me pueda arrepentir, pero en realidad quiero decir muchas cosas, cosas como "duerme, sí, pero en mi cama, a mi lado", cosas como "pasemos lo bien", cosas como "quiero que me abraces"... Pero me veo incapaz, ni el alcohol, ni la noche, ni mi cabeza borrosa son capaces, no sé, creo que he cambiado, ya no soy tan impulsiva, y la verdad era una de las pocas cosas buenas que tenía. He cambiado demasiado y eso quizás me asusta, porque he cambiado en las cosas buenas, yo quiero ser capaz de chillar y comportarme como una niña pequeña como he hecho siempre, pero cuando me mira no puedo, me da vergüenza, no lo sé, mis palabras se acortan, mis movimientos son casi todos iguales, mis ganas de correr ya no son ganas de nada... Y me asusta no poder decirte lo mucho que quiero que llegue la noche...

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