De niños empezamos a pensar en nuestros sueños.
Mi abuelo me dijo una vez, que mis sueños no son sueños, son metas a las que quiero llegar, son cosas que cumplir antes de morirme. Él me dijo una vez:
- Qué quieres ser de mayor?
+ Quiero ser como tu, y arreglar todas las cosas que se rompen
- Andrea, eso es un hobby
+ Que es eso?
- Algo que haces para no aburrirte, yo ya no puedo trabajar porque soy muy viejo
+ Pero si tu trabajas en la huerta todos los días! Eso tambien es un hobby?
- Claro, a ver, te lo voy explicar de esta manera. Cuando yo era pequeñito vivía en la ciudad, y siempre quise tener una huerta con la que poder alimentar a mi familia sin tener que estudiar ni nada de eso, pero a medida que vas creciendo te das cuenta de que eso es un sueño idiota, entonces llega un momento que abres tu caja de los recuerdos, coges tu lista de sueños y la modificas, tachas los sueños idiotas, y rodeas los sueños buenos, mientras aún eres joven puedes intentar cumplir todos los sueños rodeados, luego, cuando ya eres viejo, coge la lista de nuevo y cumples todos tus sueños idiotas.
+ Pero abuelo, como sabré que sueños son idiotas y que sueños son buenos?

+ Los sueños idiotas solo los puedo cumplir cuando sea viejecita?
- No, deberías cumplirlos cuando ya no trabajes y tengas mucho tiempo libre, pero en tus peores días puedes cumplirlos, quieres volar? Haz parapente, y descarga el estres. La lotería te puede tocar en cualquier momento, siempre y cuando compres un boleto.
+ Has cumplido todos tus sueños?
- Casi todos
+ Puedo ayudarte a cumplir los que quedan?
- Ayudarme no, puedes cumplirlos tu por mi.
+ Vale! me voy a aumentar mi lista para en unos años, poder leerla y reirme o ponerme seria!
- Recuerda que los que no se cumplan no son derrotas, si no posibilidades malas.